jueves, 14 de julio de 2011

(continúa)

A continuación una base de datos o E-R:

continúa

Y se realizaron los siguientes mapas conceptuales:


La idea es proponer un producto turístico nuevo a la empresa Alltournative, dedicada al ofrecimiento de excursiones por la Península de Yucatán, al turista nacional e internacional. Basados en el mercado de demanda, se obtuvieron resultados producto de una serie de encuestas de salida a usuarios de los productos diversos establecidos en la empresa, de lo que se obtiene como mercado objetivos a turistas canadienses y estadounidenses:

Número de visitantes
País
501
Canadá
171
EUA
36
Francia
25
Alemania
20
México
15
Chile
14
Bélgica
12
España
11
Italia
10
Reino Unido
9
Holanda
5
Australia
4
Polonia
4
Argentina
3
Rusia
3
Portugal
2
Suiza
2
Dinamarca
2
Noruega
1
Islandia
1
Sudáfrica

De lo anterior se identificaron los siguientes usuarios:






(Continuará)

sábado, 25 de junio de 2011

Debemos acercar los libros a los lectores

Comunidad y Cultura Local
Debemos acercar los libros a los lectores: Liliana Calatayud
Diario de Xalapa
3 de enero de 2008

Redacción / Diario de Xalapa

Xalapa, Veracruz.- Liliana (María Lilia) Calatayud Duhalt, orgullosa cordobesa de origen; la menor de cuatro hermanas a las que sus padres les inculcaron profundo amor y respeto por sus raíces (así como la importancia económica, ecológica y social de una ciudad como Córdoba, fundada hace alrededor de cuatrocientos años y con todo el bagaje histórico que la sustenta). Editora de la Universidad Veracruzana por más de 20 años, comunicóloga empírica, actriz y divulgadora de la ciencia; entrevistadora que se resiste a ser entrevistada, acepta hablar de sí misma y de su trayectoria. De entrada se da el lujo de mencionar que tiene tres proyectos personales: Jerónimo, Paulina (hijos) y Liliana (ella); después habla de lo demás.

Calatayud, desde pequeña, aún siendo estudiante del Instituto de la Vera-Cruz en Córdoba, soñaba con ser conductora: "Cuando tienes como nueve años de edad y te apetece recortar la tapa de una caja de cartón de jabón Julieta, en forma de micrófono, que más bien parecía paleta Charms -te voy dando datos para que calcules la época-, y pintarle cuadritos como si fuera un micrófono, para dizque entrevistar a tu perro, te haces la pregunta: ¿qué me gustaría ser de grande?". Aunque por diferentes circunstancias estudió la carrera de contadora pública y auditora, su vida dio un giro importante, pues después de una estancia por un año en Inglaterra, ingresó al entonces Canal Cuatro Más de televisión, en una primera época de alrededor de dos años ahí. Pudo alternar su participación con otros medios de comunicación, y a la par hizo teatro. En los talleres libres de actuación de la Universidad Veracruzana, con Jorge Castillo como maestro, participó en obras como Marat Sade de Peter Weiss, dirigida por Martha Luna; Acto Cultural, de José Antonio Cabrujas, dirigida por Paco Beverido -su primo- y Clotilde en su casa, de Jorge Ibargüengoitia, también dirigida por Paco, presentada en la Muestra Nacional de Teatro aquí en Xalapa en donde estuvo toda la crítica especializada hablando muy bien de la obra y de Liliana Calatayud. Emilio Carballido, a partir de esa obra, la invitó para hacer la Güera Rodríguez en El Album de María Ignacia, de su autoría, dirigida por Dagoberto Guillaumin.

Lo que Liliana Calatayud llama su segunda época en el canal fue en el 88, cuando Eliobeth Caudillo la invitó a conducir uno de los tres programas que producía Televisión Universitaria de la Universidad Veracruzana: "Universidad, Arte y Cultura", en donde entrevistaba a músicos de la Facultad de Música y del CIMI; luego condujo con Tere Chaires y Aníbal del Angel "Revista Universitaria" y, posteriormente, participó en una producción del propio canal, ahora Radiotelevisión de Veracruz, como conductora de "Desde el Portal" durante tres años y un breve tiempo en noticias. Volví a "Revista Universitaria" y permanecí hasta 2006. En el trayecto participó en radio comercial y en una adaptación de Polvos de Arroz de Sergio Galindo para radio, realizada por Silvia Sigüenza, desarrollándose, al mismo tiempo, en el maravilloso mundo de la edición. Actualmente, está haciendo, junto con Germán Martínez Aceves, un programa de radio en el 1550 de AM, RUV, que se transmite también por televisión en la internet, TVUV, difundiendo la labor editorial de la Universidad Veracruzana.

De ahí que Calatayud Duhalt valore desde otra perspectiva la difusión en la Universidad: "La difusión es preponderante en cualquier acción de la vida humana y debe ir a la par. Si no hubiera difusión, todas las civilizaciones estarían estacionadas en donde los dejaran sus adelantos científicos, artísticos y sociales propios; nuestro acervo no incrementaría y la distribución social del conocimiento sería caso muerto". Para eso, cita lo que hace la Dirección General de Difusión Cultural, alguna vez denominada de Extensión Universitaria: la promoción de raíces y tradiciones a través del Ballet Folclórico; el Mariachi; la música que nos identifica con los demás grupos musicales; la organización -con propósitos similares- de eventos anuales como Junio Musical y, en especial, la Feria Internacional del Libro Universitario, organizada por la Dirección General Editorial de la Universidad Veracruzana, por citar algunos. También hay otras dependencias de la Universidad que hacen extensión, como Educación Continua. Por invitación de Francisco Beverido Pereau, como director de Investigaciones en la época del rector Héctor Salmerón, Calatayud llega a la Universidad Veracruzana. Ahora lleva 26 años en la institución.

Como se mencionó antes, otro de los trabajos que caracterizan su trayectoria en la UV tiene que ver con la edición de libros y de revistas. Por lo que le preguntamos: ¿Cómo te incorporas al trabajo editorial de la UV? "Al regreso de mi segundo permiso por gravidez, es decir, recién nacida mi hija Paulina, José Velasco Toro, director de Investigaciones en 1987, me integra al equipo editorial de la revista de divulgación científica y tecnológica La Ciencia y el Hombre, en donde sigo hasta ahora como editora adjunta. Esta revista vino a cubrir un gran hueco en la producción científica emanada de los investigadores de ciencias de la salud, exactas, ingenierías, etcétera. Es la hermana de la revista emblemática de la UV, La Palabra y el Hombre. Al principio fue una revista dirigida sobre todo a especialistas, debido al corte de sus artículos; pero a partir del año 2000, se le cambió el formato y se le dio el carácter de divulgación, pensando en los legos y en la necesidad social de conocer sobre ciencia y tecnología, socializar el conocimiento -como lo define el doctor Manuel Martínez Morales-. Asimismo, se ilustra con obra local, de artistas plásticos egresados de la Facultad de Artes Plásticas u otros.

La calidad editorial es de primera línea, y ni se diga de la trayectoria de su comité editorial, cada uno de ellos ha hecho aportaciones importantísimas en sus disciplinas, así como el propio director, Rafael Bullé-Goyri Minter. La Ciencia y el Hombre se ha publicado ininterrumpidamente desde su fundación, hace 20 años. Tengo la fortuna de ser miembro del equipo fundador, todavía en activo". Se hizo correctora y editora en la práctica y con las enseñanzas de Marco Tulio Aguilera, director durante los 12 primeros años de la revista, así como con cursos de formación y actualización permanentes, y el posgrado en Diseño Editorial de la Escuela Gestalt de Diseño, dice Calatayud.

Habla sobre la labor del editor con conocimiento y pasión: "Es un trabajo muy creativo, de mucha minucia. A la corrección yo la comparo como una labor de filigrana; trabajo muy poco valorado, por cierto. Corregir es hacer el trabajo sucio -dice uno de mis maestros filólogos españoles-; por ningún motivo se debe notar; el problema es que sí se notan las erratas que se nos pasan, y no se aquilata la enorme cantidad que quitamos. Es un trabajo silencioso. Vas a la ´caza de erratas´, limpiar, unificar el texto. Lo ´domesticas´-otra definición de la corrección del mismo maestro español-. Te conviertes un poco en coautor, ya que te compenetras en la obra y la haces propia para comunicar de la mejor manera, pendiente del perfil del receptor al que va dirigido el libro. En el caso de la edición hay un poco más de conocimiento popular. El proceso editorial integra tomar una obra, y ya sea coordinar sus fases del proceso o hacer cada una de ellas, esto es, corrección ortotipográfica y de estilo, marcaje y formación o maquetación. De principio a fin, como lo hago actualmente en la Dirección Editorial. Se recibe el material del autor dictaminado a favor por el consejo Editorial, lo cual quiere decir que el contenido ya fue aprobado. Lo reviso y hago las correcciones pertinentes; sugiero ilustraciones para interiores o para la portada; y lo formo con un programa editor, según las características de la colección a la que pertenezca, hasta dejarlo listo para la imprenta. Es muy importante el constante contacto con el autor, con el fin de despejar cualquier duda que te asalte".

También hace mención de los trabajos que mayor satisfacción le han dejado, sin menospreciar los demás: "Es muy trillado decirlo, pero cada libro es como tu obrita de arte; aunque uno no es el autor, eres parte importante de la obra". Sin embargo, ha participado en la edición de libros como el más reciente de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, 73 años de historia, y otros por el estilo editados por la Editora del Gobierno del Estado, en los que la labor de investigación y de obtención de fotografías testimoniales fue interesantísima, además de que el papel, impresión, diseño, etc., fueron de primera calidad. Esos libros le han dejado sobre todo experiencia. Afirma entusiasmada: "Aunque hay uno en especial que edité en donde vienen unos dibujos y poemas de mi hijo Jerónimo cuando tenía entre 9 y 11 años, diseñado por Aram Huerta -de los mejores diseñadores que tenemos entre nosotros-y prologado nada menos que por Pepe Maya". No puede dejar de recordar el suplemento denominado MujeresPlus, que se encartaba semanalmente en el periódico La Crónica de Xalapa.

En más de 20 años ha trabajado con muchos autores. Su trabajo al principio fue con autores de ciencia, algunos haciendo sus primeros pininos en la divulgación, a los que les costaba trabajo escribir sobre su investigación y al final le agradecían infinitamente el intento de corrección de estilo que aplicaba a sus textos para hacerlos más o menos legibles; y otros que son verdaderos maestros científicos y escritores como es el caso de Adalberto Tejeda, Carlos Contreras, por mencionar dos de ellos. "Hace poco edité el libro de Feliciano García Aguirre -otro que escribe muy bien- Atrapados por la modernidad; la segunda edición de una traducción de González Arámburu, sobre Henry Bergson, cuyo autor es Yankelevitch; y están por salir dos ediciones, una obra del periodista Luis Velázquez Rivera y una traducción de Richard Raatzsch, filósofo contemporáneo".

También le preguntamos ¿qué valoración hace del trabajo literario en Veracruz y/o México? "Contamos con escritores de primerísima línea en el mundo hispano; uno con nosotros, el maestro Sergio Pitol. Por otra parte, la caballada de jóvenes escritores viene muy bien dotada; es sorprendente lo bien que escriben algunos egresados de la Facultad de Letras de la UV. En nuestro país se hacen ediciones de una gran belleza y contenido. Por citarte alguna está Artes de México, editada por Alberto Ruy Sánchez; y tan solo métete en una librería como galería, con los sentidos dirigidos a ver los libros como piezas de arte y encontrarás ejemplares espléndidos. Acuérdate que el mexicano por ingenio artístico no para y el libro se presta para realizar auténticos objetos de arte. Las editoriales fuertes que quedan en el país se esfuerzan para sostener a la industria editorial en un digno lugar. El Fondo de Cultura Económica, auspiciada por el Gobierno Federal, es como la panacea editorial de los autores, así como Alfaguara, Océano, Plaza & Janés, entre otras. Las editoriales universitarias hacen también un meritorio trabajo, pero a todas les falta aplicar verdaderas estrategias de distribución -cuello de botella- y de promoción para hacer llegar a los lectores su producción. Por ahí oí una vez a un amigo decir: ´que te edite un libro una universidad es lo mismo que ser inédito´. Esto es por el hecho de que no se distribuye eficazmente. ¿Quién te puede editar en Veracruz? La Universidad Veracruzana, el Instituto Veracruzano de Cultura, la Editora de Gobierno y, si acaso, la Secretaría de Educación de Veracruz. Existen editoriales independientes que trabajan sobre todo por amor al arte, pero no pueden vivir de eso. Casi todos los propietarios necesitan trabajar en otra dependencia para vivir".

Preocupada, Liliana Calatayud durante la entrevista concentra su atención en el gran reto que se tiene ante la falta de lectura. "Uno, el más grande: habría que unir ingenios de editores, diseñadores, autores y editoriales, para acercar los libros a los lectores. Me explico: hacer los libros más atractivos tanto en contenido como en forma para que así como atrae a un niño o a un joven un game boy, sea atraído por un libro. La historia reciente nos habla de lo poco que se lee en México libros, pero por qué no utilizar las estrategias de otros países -como el fenómeno Harry Poter, guardando las proporciones de la tradición de lectores que hay en Europa- para promover el acercamiento de los jóvenes y los adultos a los libros. Apostarle a la forma de los libros sería un buen tino. En otro punto, hace poco, por cierto, platicamos en el programa de radio sobre la posibilidad de que el precio único del libro impida el ineludible cierre de las librerías; pero pienso yo: necesitamos inventar más cosas que sólo ésa".

Calatayud, incansable y disciplinada como es, se da tiempo para participar en grupos sólo por dar: Uno de ellos, "Camaradas de la ciencia", fundado por el destacado científico y divulgador, el doctor Manuel Martínez Morales (la idea es llevar la divulgación científica a la gente, presentando conferencias ágiles y entretenidas de ciencia en bares, mercados, talleres mecánicos, parques, etc., un proyecto muy entretenido y generoso hasta ahora). El otro, a raíz de un curso que tomó en Madrid, el año pasado, en Cálamo y Cran (Centro de Aplicaciones Profesionales del Lenguaje y la Edición); dicha empresa educativa le solicitó promover el curso en México, así como difundir la importancia del corrector y de la edición misma. Todo ello nos habla de una editora con visión de la cultura en un sociedad tan compleja como la nuestra; nos da cuenta de una universitaria que ha provocado la lectura a través de textos de calidad en donde se coordinan su creatividad, inteligencia y disciplina con el fin de presentar libros y revistas dignos de los autores que llegan a sus manos. Liliana es una mujer universitaria de nuestros tiempos...

(ciudadmexico@hotmail.com)

domingo, 19 de junio de 2011

La industria editorial


Las crisis vienen y van en los diferentes ámbitos sociales. Una vez evolucionada la era de la imprenta, las ediciones impresas se enfrentan a la era digital, que conlleva la facilidad y el ahorro que da el publicar en el ciberespacio, lo cual posibilita llegar a un número ilimitado de lectores, a un mucho menor costo y sin el menoscabo ambiental que da el consumo de papel  manufacturado de los árboles –una tonelada de papel equivale a la tala de 20 árboles–. El caos y las contingencias  son elementos estructurantes de la realidad, dicen los especialistas; además, lo complejo y el caos organizan, le dan consistencia a los fenómenos que nos acontecen; es más, el caos o las crisis son la condición de posibilidad de que se presente el orden, es decir, la presencia del caos es la regla en lugar de la excepción para alcanzar un orden.  Bajo esas premisas, quiero pensar que las empresas editoriales, incluyendo a las públicas, como son las universidades, están en un proceso no lineal que las llevará a alcanzar el quid para una sociedad más preparada en todos los terrenos de las ciencias, de las humanidades, de la tecnología, respetando la diversidad cultural y al paso que rijan las condiciones irreversibles –como el cambio climático– para la adaptación de las especies. 
Hemos superado descubrimientos que representan avances tecnológicos gigantescos para las civilizaciones, tales como el telégrafo, la electricidad,  el teléfono,  la radio, la televisión. Ahora que estamos viviendo la era de la informática, Sublimidad Digital, como la describe Vincent Mosco, con el subtítulo: mitos, poder y cibesespacio, cuya traducción saldrá en breve por la Universidad Veracruzana, no queda más que aprovechar de esas herramientas a nuestro alcance, y mejorar tanto los procesos como los productos editoriales, ya sea agilizando las publicaciones presentadas en forma digital, y estableciendo un marketing en la propia red o internet, impresos en venta solo por pedido y pago previo por línea, o bien, limitar las publicaciones impresas, aunque está en juego el futuro de las fábricas de papel, que tendrán una excesiva regulación de impacto al medio ambiente, y las imprentas, que a lo mejor reducirán la producción de libros y demás impresos varios que tienen en su catálogo. Modernizarse conforme leyes ambientales es la alternativa del mundo editorial para su sobrevivencia. El caso de los periódicos, como ustedes, el reciclado de papel y su reuso  en el mismo periódico, aparte de estar acorde con las circunstancias actuales, adquiriría simpatizantes. Un negocio redondo para Centinela podría ser establecer una fábrica de reciclado de papel, utilizando agua tratada para su proceso y, en fin, traería consigo la creación de empleos.
Desde luego que hay que conservar el factor romántico hacia las publicaciones. Si bien las generaciones jóvenes nacen en la era de lo digital, y aprenden y se preparan para la vida con esa importantísima herramienta, incluyendo a las generaciones que forman parte del bono demográfico (15-64 años de edad), hay varias generaciones que nacieron desde los treinta, hasta los ochenta, que aun cuando manejan computadora, la lectura de libros o revistas y periódicos impresos en papel es un rito con el cual es  imposible de solo romper y ya. Además, tampoco nos podemos desvincular del arte de la edición y de la hechura del libro como objeto. Sería una locura así como la de dejar de pintar un lienzo o hacer una escultura, porque estamos en la época digital y del ciberespacio.  Además, ¡el proceso editorial es precioso! El producto, sin contar  el material escrito, es una obra de arte. Mira, recibes el material en dos formatos, digital e impreso. Primero checas si son la misma versión utilizando la herramienta “buscar” en el formato digital que tendrá que ser en Word, con varias frases del formato impreso en papel y compruebas que estén exactamente igual en el digital. De ahí, haces correcciones de estilo y ortotipográfica del material, cazando erratas, unificando y formalizando el texto conforme a las especificaciones de la colección a la que vaya destinada; si no es en una colección, se diseña el libro seleccionando tamaño (media carta, medio oficio, carta, o personalizado), tipografía, márgenes –que definan la mancha tipográfica–, espacios en blanco, espacios para ilustraciones, en general diseño de interiores, y el diseño de los forros, o tapas (con solapas, duras, con camisa, etc.). Algunas etapas son más complejas que otras, por ejemplo, corregir las bibliografías de los libros, dada la cantidad de puntuación que la especifica, hay que tener mucho cuidado con cada referencia, como bordar con seda, un reto gigantesco, y cuando son hasta 30 o más páginas de citas bibliográficas, ¡uy!  Decía un compañero editor, de nuestros sabios, ya finado,  “acaba de corregir  la bibliografía antes de ella acabe contigo”.
 Cada fase en general descrita es un proceso creativo, lo cual te lleva a la realización de una obra artística, donde participan varios especialistas o uno solo que maneje todos los procesos que intervienen.

Los seres humanos son diseñadores por naturaleza. Son creadores constantes y permanentes de cada proceso existencial, de ahí que las fuentes de inspiración para la creación sea la vida misma, el cúmulo de experiencias y sobre todo tus libros, tus lecturas,  el aprendizaje y el aprehender el conocimiento generado a través de los siglos. Un joven diseñador, mientras más buenas lecturas tenga en su acervo intelectual, se convierte en un mejor y más hábil creador.

Cada proyecto de trabajo debe desarrollarse convencido y comprometido. En la vida todo lo que uno se propone debe ser concluido, o bien, si es imposible, pues darle una salida digna; pero no truncar jamás o abortar un proyecto que hayas seleccionado emprender. Eso resulta frustrante y no es bueno para la realización de las personas. Si además tienes la ventaja de que te gusta lo que haces, pues, debes tener el éxito asegurado. Y como en todos aprendes, te enriquecen, te fortaleces y creces. 

 ¿Computadora o papel?...  

Remito al tema de la adaptación. Sin embargo, es mucho mejor un libro impreso en papel y todo lo que representa su elaboración. El encuadernado de un libro  puede convertirlo en una hermosísima joya editorial.  Todo lo que viaja por las supercarreteras digitales o que existe en el ciberespacio es intangible y efímero.

¿Libros electrónicos?

Bienvenidos. El mundo editorial se vale de la tecnología de punta para lograr sus objetivos, es una condición para el progreso bien intencionado;  además, queremos creer que se mitiga la devastación de los bosques.

¿Autores favoritos?

Los que se editan. Se lleva una relación profesional y sentimental con el autor mientras dura el proceso. Cada palabra que se lee se vuelve propia  y compartida, eres madre, esposa y hermana del autor, su protectora y tutora, hasta terminar su libro.  Luego que ya está listo, impreso, vas a su presentación y algunos autores no destacan el papel que tuviste en su elaboración; otros, sí, y eso da mucho gusto.  A veces es una profesión ingrata. Cuando el lector se encuentra con una errata, te ejecuta, pero desconoce la cantidad de erratas que evitó la corrección. Los trabajadores de la edición son tanto artistas como talacheros.  Se desconoce mucho del trabajo profesional y artístico que hay detrás de la elaboración de un libro. Lo mismo para la edición de las revistas y de los periódicos. El trabajo de corrección, por ejemplo,  es indispensable en los sectores público y privado; la lengua o idioma nos identifica, por lo tanto se debe usar de la forma correcta. Los días 14, 15 y 16 de septiembre instituciones de la lengua española de Argentina, Colombia, Ecuador, España, México y Perú celebran el primer congreso internacional de correctores en Buenos Aires, Argentina. El evento tiene como objetivo debatir y unificar criterios, demostrar la importancia de la profesión y consolidar la imagen internacional del corrector en el ámbito hispánico; el perfil profesional; la situación de los correctores, la corrección en la traducción, el periodismo y la edición; la formación de un alianza internacional de asociaciones de correctores y la corrección en los nuevos soportes como publicidad y medios audiovisuales. Colaboran en la organización la Fundación Litterae, la Unión de Correctores (España); la Asociación de Profesionales de la Edición y Corrección (PEAC, México); la Asociación de Correctores de Textos del Perú (ASCOT) y la carrera de Traductorado Público de la Facultad de Derecho de la UBA.

¿Planes a futuro?

Concluir proyectos. Sortear la problemática –ineludible– que nunca falta, de la mejor manera. Trabajar en los medios y en la edición, amar y construir. “Un final en continuo proceso” (Mosco, 2005).

Xalapa, Ver., 26 de mayo de 2011